Salus compañero y amigo

Salustiano Gutiérrez Baena, uno de los profesores más relevantes que han pasado por el IES CASAS VIEJAS.

Dejó una impronta que marcaría una forma de entender la enseñanza que muchos compañeros compartiríamos: El ALUMNADO como eje principal de la misma. El PROFESORADO para ayudarle en el camino.

Como profesor ha sido uno de los que más ha luchado por los alumnos. Su lema: “abrir puertas e intentar no dejar a nadie en la cuneta”. Decía: “estamos en un sitio desde el cual podemos hacer mucho bien”; y yo lo comparto al 100%.

Compartí con él 27 años de mi vida profesional, 7 de ellos como parte del equipo directivo, y jamás tuvimos problemas, a pesar de que no siempre opinábamos igual. Nos respetábamos mutuamente y nos dábamos nuestro sitio. Siempre admiré su capacidad de trabajo. De hecho creo que la palabra que mejor lo define es INCANSABLE, y lo demostró hasta el final de sus días. El trabajo le daba vida y lo llenaba plenamente. Siempre tenía entre manos algún proyecto y en muchas ocasiones más de uno y lo más admirable es que todos salían para adelante. Tenía la habilidad de saber implicar en ellos al alumnado, al profesorado, al PAS y a las familias. Muestra de ello es el libro que, bajo la dirección de Agustín M. Bernal Oliva, conseguimos editar para el 25 Aniversario del instituto, en el que intervinieron todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa.

Las señas de identidad, como le gustaba a Salus decir, que han definido al instituto de Benalup-Casas Viejas siempre han sido la atención a la diversidad para la mayoría del alumnado, pero en especial para los que más lo necesitaban y la importancia que se le ha dado siempre a las actividades extraescolares, desde la creencia que estas contribuían a conseguir un óptimo clima de convivencia en toda la comunidad educativa. En ambas Salus tuvo mucho que ver.

Por último quiero destacar su enseñanza final como persona, nos demostró a todos que las ganas de vivir y la motivación alargan realmente la vida.


Mariló Romero